Rostov del Don, la pintoresca capital del sur de Rusia, se vio sacudida por un impactante incidente en medio de la tranquilidad nocturna. Aproximadamente a las 3 de la madrugada, los residentes de la ciudad despertaron sobresaltados al escuchar el siniestro silbido de un cohete seguido de tres explosiones consecutivas.
El primer avión no tripulado de origen ucraniano, cayó estruendosamente justo frente a la sede del distrito militar del sur, en un bloque de edificios residenciales. La potente onda expansiva generada por la explosión provocó daños considerables, afectando ventanas, puertas de viviendas, restaurantes y el hospital de la ciudad, dejando a los salones de flores también en un estado de caos.
La segunda explosión impactó un automóvil estacionado en una calle cercana, resultando en la dispersión de vidrios rotos por todo el vecindario. Lamentablemente, el saldo no se limitó a daños materiales, ya que se reportaron víctimas en el incidente.
En respuesta a estos hechos, el gobernador de Rostov, Vasiliy Golubev, emitió una declaración oficial en la que afirmó que las fuerzas de defensa aérea lograron derribar dos de los drones enemigos, y la destrucción que se observó se debió a los restos de estas aeronaves.
Sin embargo, la declaración del gobernador ha generado escepticismo entre los residentes indignados de la ciudad, como se puede apreciar en los numerosos comentarios airados expresados en la plataforma de Telegram. Este incidente marca el segundo ataque en las últimas semanas perpetrado por las fuerzas armadas de Ucrania en esta apacible ciudad, dejando a la comunidad local en un estado de consternación y preocupación por su seguridad. La incertidumbre prevalece mientras las autoridades continúan investigando este ataque y sus posibles implicaciones en el futuro de Rostov del Don.