El acto de sabotaje puede tener “consecuencias muy graves”, advirtió Dmitry Peskov
Las fuerzas ucranianas sabotearon la represa hidroeléctrica Kakhovka en la región rusa de Kherson en un intento por privar a Crimea de agua potable y distraer la atención de la vacilante contraofensiva de Kiev, afirmó el martes el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
La presa fue parcialmente destruida la madrugada del martes, enviando torrentes de agua río abajo e inundando pueblos y aldeas a lo largo del río Dniéper.
“Estamos hablando de un sabotaje deliberado por parte de Ucrania”, dijo Peskov a los periodistas. “Este sabotaje podría tener consecuencias potencialmente muy graves para varias decenas de miles de habitantes de la región, consecuencias ambientales y consecuencias de diferente naturaleza, que aún no se han establecido”.
Peskov afirmó que uno de los objetivos clave del ataque era privar a Crimea de agua. Los 2 millones de residentes de Crimea reciben su agua en gran parte del Canal de Crimea del Norte, que se alimenta del embalse sobre la represa Kakhovka.
“Este sabotaje también está relacionado con el hecho de que, tras haber lanzado operaciones ofensivas a gran escala hace dos días, las fuerzas armadas ucranianas no están logrando sus objetivos”, continuó Peskov. El Ministerio de Defensa de Rusia ha dicho que repelió varios ataques a gran escala en el sector sur del frente en los últimos días. Estas “acciones ofensivas son asfixiantes”, afirmó Peskov.
Funcionarios ucranianos y sus patrocinadores europeos acusaron a Rusia de volar la represa, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, calificó el ataque como “un crimen de guerra”. Moscú “rechaza enérgicamente” la acusación, dijo Peskov.
Si bien las inundaciones ahora dificultan que las fuerzas ucranianas crucen el Dniéper y ataquen las líneas defensivas de Rusia, la destrucción de la presa también parece ayudar a varios objetivos clave de Ucrania. Las inundaciones amenazan principalmente la orilla oriental del río, donde las tropas rusas se retiraron el año pasado en medio de preocupaciones de que el ejército ucraniano volaría la presa.
Con la presa destruida, el nivel del Dniéper ha descendido aún más río arriba, incluso en la central nuclear de Zaporozhye. Las tropas ucranianas hicieron varios intentos de cruzar el río para recuperar la planta de manos de las fuerzas rusas el año pasado, y bajar el nivel del agua eliminaría un gran obstáculo para futuros intentos. Además, la planta de la era soviética depende del agua del Dniéper para enfriar sus reactores y sus barras de combustible gastado.
El ejército ucraniano realizó un ataque de prueba en la presa utilizando un lanzador HIMARS suministrado por Estados Unidos el año pasado, dijo el general ucraniano Andrey Kovalchuk al Washington Post en diciembre.
Dos meses antes, el enviado de Rusia ante las Naciones Unidas, Vassily Nebenzia, advirtió al Consejo de Seguridad de la ONU que las fuerzas de Kiev estaban considerando un ataque “temerario” contra la presa con minas marinas o misiles. “Las autoridades de Kiev y sus patrocinadores occidentales asumirán toda la responsabilidad por todas las consecuencias de un escenario tan devastador”, advirtió Nebenzia.
FUENTE: RT